lunes, 26 de abril de 2010

José Antonio Labordeta

(Zaragoza, 1935) Cantautor español. Hijo de un profesor de latín y hermano del poeta Miguel Labordeta, es uno de los principales exponentes de la canción de autor. Inició su carrera musical en 1964, de la que destacan su primer L.P. Cantar y callar (1974), Tiempo de espera (1976) y Las cuatro estaciones (1981). Además de participar en la fundación del semanario Andalán, es autor de varios libros de poemas, una novela (Cada cual que aprenda su juego, 1974) y unas memorias (Con la voz a cuestas, 1982). Entre sus últimos títulos cabe citar Aragón en la mochila (1983), Los amigos contados (1994) y Un país en la mochila (1995). En los comicios de 1996 se presentó como candidato a la Chunta Aragonesa.

Jean-Baptiste Laborde

(Buzet-sur-Baïse, 1831-París, 1903) Fisiólogo francés. Dentro de su labor investigadora pura, realizó numerosas experiencias respecto del funcionamiento de varios órganos y sistemas fisiológicos. Ideó el método de tracciones rítmicas de la lengua para la reanimación respiratoria.

Jean Benjamin de Laborde

(París, 1734- id., 1794) Compositor y musicólogo francés. Fue alumno de Rameau. Es autor de numerosas óperas cómicas y serias y de tratados musicales, entre los que cabe mencionar Ensayo sobre la música antigua y moderna (1780).

Alexandre de Laborde

(Alexandre Louis Joseph, conde de Laborde; París, 1773- id., 1842) Escritor y político francés. Diputado liberal en 1822, participó en la revolución 1830. Más tarde fue colaborador de Luis Felipe. Autor de Itinerario descriptivo de España (1808) y Viaje histórico y pintoresco por España (1806-1820).

Luigi Lablache

(Nápoles, 1794- id., 1858) Cantante italiano de origen francés. Por su timbre y potencia excepcionales, está considerado el bajo más destacado de la primera mitad del s. XIX.

Félix Labisse

(Douai, 1905-París, 1982) Pintor francés. Influida por Ensor, su obra, repleta de ensueños y de erotismo, le sitúa entre los pintores surrealistas. Destacó también como autor de decorados teatrales.

Adélaide Labille-Guiard

(París, 1749- id., 1803) Pintora francesa. Rivalizó con E. Vigée-Lebrun como retratista de corte. Entre su obra destacan Madame Victoire, Madame Infante y Madame Adélaïde.

Tito Labieno

(c. 100 a.J.C.-45 a.J.C.) Militar romano. Tribuno de la plebe en 65 a.J.C., fue legado principal de César en las Galias y gobernador de la Galia Cisalpina (50 a.J.C.). Al estallar la guerra civil, Labieno se pasó al bando de Pompeyo. Combatió a César en Farsalia y en la campaña de África. Murió en la batalla de Munda.

Eugène Labiche

(París, 1815- id., 1888) Comediógrafo francés. Es autor de numerosas comedias costumbristas y de alrededor de un centenar de vodeviles; alcanzó celebridad, sobre todo, con Un sombrero de paja en Italia (1852), El viaje del señor Perrichon (1860) y La cigarra entre las hormigas (1876).

Lucien Laberthonnière

(Chazelet, 1860-París, 1932) Teólogo y filósofo francés. Sacerdote del oratorio, dirigió la revista Annales de Philosophie Chrétienne. Es autor de Ensayos de filosofía religiosa (1903), en los que expone su doctrina «de la inmanencia», El realismo cristiano y el idealismo griego (1904) y Bosquejo de una filosofía personalista (1942), obra en la que explica el personalismo cristiano. El conjunto de su producción fue puesto en el Índice de 1906 y Laberthonnière se sometió a la condena.

viernes, 9 de abril de 2010

Louise Labé

(Lyon, h. 1516-Parcieux-en-Dombes, Francia, 1565) Poetisa francesa. Hija de un rico cordelero, recibió una esmerada educación que comprendía el estudio del latín y el italiano, el canto, la equitación y la práctica de armas. Sus ansias de libertad, que jamás ocultó, le valieron una fama de cortesana disipada, y su matrimonio, también con un cordelero o fabricante de cuerdas, el sobrenombre de la Belle Cordelière. A la muerte de su marido inició una apasionada relación amorosa con el escritor Olivier de Magny, quien, junto a Maurice Scève, Pernette du Guillet y la propia Louise Labé, pertenecía a la escuela lionesa. Su obra lírica, de tono apasionado y gran vitalidad, constituye una síntesis de la literatura amorosa europea; comprende el diálogo en prosa Debate entre locura y amor, tres Elegías y veinticuatro Sonetos, y fue editada en 1555.

Paul Laband

(Breslau, 1838-Estrasburgo, 1918) Jurista alemán. Especialista en teoría del Estado, ejerció como profesor en las universidades de Königsberg y de Estrasburgo.

Rufolf von Laban

(Bratislava, 1879-Weybridge, Surrey, 1958) Bailarín, coreógrafo y teórico de la danza austríaco de origen húngaro. Estudió la danza negra y árabe y se interesó por la escenografía y el arte dramático. Creó e interpretó coreografías sin acompañamiento musical (Agamennons Tod, 1924) que rompían con el academicismo imperante. Con ello pretendía satisfacer nuevas exigencias expresivas a través de la relación entre espacio, movimiento y ritmo y de una actuación del intérprete en la que éste se había de concentrar al máximo porque «todo movimiento exterior es consecuencia de otro interior». Este principio fue el fundamento de su actividad didáctica que culminó en 1910 con la fundación en Mónaco de la primera escuela de danza libre, en la que se formaron grandes bailarines como Mary Wigman y K. Joos. También creó un sistema de notación coreográfica al que llamó cinetografía y que en los países anglosajones ha recibido el nombre de labanotación. Sus últimos años los pasó dedicado a la enseñanza en el Laban Art of Movement Center. Entre sus numerosas obras figuran Die Welt des Tänzers (1920), Choreographie (1926), en la que ilustra su método de notación, y Principles of Dance and Movement Notation (1956).

Jean de Labadie

(Bourg, 1610-Altona, 1674) Místico y reformador francés. Jesuita primero, abrazó el calvinismo (1650) e intentó conducir a las Iglesias reformadas hacia un cristianismo primitivo. Fue descalificado por el sínodo general protestante de los Países Bajos.

Maurice Quentin de La Tour

(Saint Quentin, 1704- id., 1788) Pintor francés. Fue alumno de J. Restout. Alcanzó fama por sus retratos al pastel de gusto rococó (Luis XV, El mariscal de Sajonia, Voltaire, Rousseau).

Georges de La Tour

(Vic-sur-Seille, 1593-Lunéville, 1652) Pintor francés. La escasez de noticias biográficas dificulta la reconstrucción de su evolución estilística, influida, en especial, por Caravaggio. Sus obras juveniles de luz diurna, muy atentas a los detalles, evidencian un claro componente naturalista (El tahúr, El pago de la deuda). Sus obras posteriores muestran una paulatina simplificación y geometrización de los volúmenes, evidente sobre todo en sus composiciones nocturnas, alumbradas por la luz de una vela (Magdalena penitente, La mujer de la pulga).

José de La Serna

(Jerez de la Frontera, España, 1770-Cadiz, 1832) Militar y administrador colonial español. Cursó la carrera militar y desempeñó un destacado papel en la guerra de Independencia española.

Su actuación contra los franceses le valió el ascenso a teniente general, y en 1815 fue destinado a las colonias americanas como general en jefe del ejército del Alto Perú. Este territorio se había convertido, gracias a la actuación del virrey Abascal, en un reducto realista casi inexpugnable durante todo el período de las guerras emancipadoras americanas. Abascal ocupó militarmente el Alto Perú, sofocó la insurrección de Chile e incrementó su virreinato con la audiencia de Quito.

En 1816, el ejército de De La Serna conquistó Salta, pero abandonó este territorio al recibir noticias de la caída de Chile, después de que el ejército mandado por el general San Martín cruzara la cordillera de los Andes desde las Provincias Unidas del Río de la Plata. En 1821, a raíz del pronunciamiento militar de Aznapuquio que culminó con la destitución del virrey Pezuela, José de la Serna fue designado virrey del Perú, título que más tarde fue confirmado oficialmente.

Un año antes, José de San Martín, tras desembarcar en Paracas, se había dirigido al norte y proclamado la independencia peruana en Ica. Constituyó también un primer Reglamento Provisional, pero De la Serna no aceptó la independencia del país y se enfrentó a las fuerzas del general argentino. Sin embargo, en 1821 llegó a un pacto con él que no dio ningún resultado. Meses más tarde, Lima fue ocupada por los independentistas y San Martín se proclamó protector.

De la Serna trasladó entonces la capital del virreinato a Cuzco y continuó combatiendo hasta su derrota final en la batalla de Ayacucho (1824), que supuso para España la pérdida definitiva de sus posesiones en el continente americano. En el año 1825 fue repatriado a España junto con otros militares.

François La Rochefoucauld

(François, duque de La Rochefoucauld; ?, 1613-?, 1680) Filósofo y moralista francés Tal como él mismo relató en sus Memorias (1662), los primeros años de su vida adulta los pasó entre el ejército y la corte francesa, involucrado en hechos de armas y aventuras amorosas. Sin embargo, en 1652, debido a una herida que sufrió en la batalla de Faubourg Saint-Antoine que lo obligó a guardar reposo por un tiempo, volvió a París y entró en contacto con los círculos literarios. Concibió entonces su obra más conocida, las Máximas (1658-1663), colección de 700 epigramas que constituyen un hito del clasicismo francés. Tomando el egoísmo natural como la esencia de toda acción, La Rochefoucauld atacó el autoengaño y descubrió con hondura e ingenio las contradicciones de la psicología humana.

Julien Offroy de La Mettrie

(Saint-Malo, Francia, 1709-Berlín, 1751) Médico y filósofo francés. Nacido en el seno de una familia de comerciantes, se educó con los jesuitas y estudió medicina en París y Reims. Causó polémica su interpretación materialista de los fenómenos físicos, que le llevó a negar la existencia de Dios y el alma humana. Por ello se vio obligado a exiliarse primero en los Países Bajos y luego en la corte de Federico II de Prusia, de la que fue médico. Su mecanicismo radical quedó expuesto en El hombre máquina (1748), ensayo en el que interpreta el pensamiento como el resultado de la acción de los componentes del cerebro y propone una continuidad entre los animales y el hombre. También propuso considerar a ciertos criminales como enfermos. Típicamente ilustrado, su pensamiento pone una fe sin límites en el progreso científico y ataca con saña la religión y la ignorancia médica.

Lionel de La Laurencie

(Nantes, 1861-París, 1933) Musicólogo francés. Fue uno de los fundadores de la Sociedad Francesa de Musicología y escribió varias obras sobre músicos franceses, en especial Rameau (1908) y Lully (1911).

martes, 6 de abril de 2010

Alex La Guma

(Ciudad de El Cabo, 1925-La Habana, Cuba, 1985) Escritor sudafricano. Combatió el apartheid siguiendo el ejemplo de su padre Jimmy La Guma, una de las grandes figuras de la lucha contra el régimen racista, y llegó a ser uno de los responsables del Coloured People's Congress. Colaboró también con el periódico progresista New Age, lo que, junto con su actividad política, le valió numerosas detenciones, encarcelamientos y confinamientos domiciliarios. Una de las tres novelas que escribió, The stone country (1965), está dedicada a su experiencia carcelaria.

Roger de La Fresnaye

(Le Mans, 1885-Grasse, 1925) Pintor francés. Fue discípulo de P. Sérusier y de M. Denis. Intervino, con Léger, Villon y otros, en la fundación de la Section d'Or (1911). En su obra, compuesta sobre todo por paisajes, bodegones y figuras, se aprecia la influencia del cubismo.

Jean de La Fontaine

(Château-Thierry, Francia, 1621-París, 1695) Poeta francés cuya fama se debe a sus doce libros de Fábulas, consideradas modelo del género. Nació en una familia acomodada: era el hijo mayor de un consejero del rey encargado de la guarda de dominios forestales y de caza. A su llegada a París, en 1635, fue novicio en una orden religiosa durante un año y medio y luego siguió estudios de derecho. En 1652 compró el cargo de maestro particular trienal de Aguas y Bosques y en 1658 heredó de su padre otros dos semejantes. El ejercicio de sus funciones le dio ocasión de observar la vida rústica y le permitió consagrarse a las letras al mismo tiempo.

En 1654 dio a conocer una adaptación de la comedia de Terencio, El eunuco, que le valió los favores del ministro de Finanzas Nicolás Fouquet, a quien en 1658 dedicó su poema Adonis, inspirado en Ovidio, y al que en adelante proporcionó madrigales, sonetos y otros versos a cambio de su mecenazgo. Le Songe de Vaux, manifestación de la estética galante, obra interrumpida por la caída en desgracia de Fouquet en 1661, también estuvo dedicada a la gloria de su protector. Arrestado éste, La Fontaine le manifestó su apoyo componiendo la Elegía a las ninfas de Vaux como una especie de apelación dirigida al rey. Privado de apoyo y tras una temporada en el exilio, buscó un nuevo protector en la persona del duque de Bouillon. Frecuentó los salones y al mismo tiempo estableció contactos con los medios jansenistas.


La Fontaine

Los años de 1660 fueron los más productivos de su vida literaria. En 1665 publicó sus primeros Cuentos, inspirados en autores como Boccaccio o La Salle, cuyas historias alteró notablemente, y en 1668 sus primeras Fábulas. Obtuvo un rápido éxito, en parte por el escándalo generado por el carácter licencioso de sus Cuentos, que muy pronto fueron censurados y cuya difusión se prohibió.

Todavía mayor fama obtuvo, sin embargo, con sus Fábulas, conjunto de narraciones en verso protagonizadas por animales que actúan como seres racionales, y cuyo objetivo es ofrecer una enseñanza moral. Inspiradas en las fábulas clásicas y dotadas de un agudo sentido del humor, fueron agrupadas en doce libros y publicadas entre 1668 y 1694. Las Fábulas constituyen deliciosas comedias y dramas en miniatura, con personajes excelentemente caracterizados, escritas en un lenguaje de gran naturalidad y fluidez expresiva; a través de ellas legó a la posteridad una visión irónica y un tanto escéptica de la sociedad.

En los años siguientes publicó la novela Psyché, el poema mitológico Clymène y otros poemas. Al mismo tiempo que escribió estas obras profanas, a menudo galantes, a veces licenciosas, compuso y publicó obras de carácter religioso como La Captivité de saint Malc y Recueil de poésies chrétiennes, con lo que se manifestó como uno de los autores más fecundos de su época, cosa que la tradición dejó un poco de lado, al no reconocer más que las Fábulas y, accesoriamente, los Cuentos.

Después de haber disfrutado de los sucesivos mecenazgos de la duquesa de Orléans y de Madame de La Sablière, se incorporó al círculo de protegidos de Madame de Montespan, junto a J. Racine y N. Boileau. Los tres constituyeron el núcleo del partido de los tradicionalistas en la querella de "antiguos y modernos" que se empezaba a gestar en ese momento. Por aquellos años, La Fontaine elaboró su segundo compendio de Fábulas y publicó los libros del VII al XI de esta obra en 1678 y 1679. También intentó, pero sin éxito, imponerse en la producción teatral. En 1683 fue elegido miembro de la Academia Francesa. En 1682 y 1685 dio a la imprenta nuevos compendios de poesías, y siguió luego trabajando en sus últimas Fábulas, publicadas en 1694.

Las Fábulas

La fábulas de La Fontaine se agrupan en doce libros. Los seis primeros, que contienen 124 fábulas, fueron publicados en 1668; los cinco siguientes (89 fábulas), en 1678-79, y el último (27 fábulas), en 1694. Su título exacto, Fábulas escogidas y puestas en verso, declara ya el intento del autor: dar forma poética a las mejores composiciones de los maestros antiguos (el griego Esopo y el latino Fedro) y de otros autores modernos. Al comienzo de la obra, La Fontaine traza una biografía un tanto fantástica del inventor del género, Esopo.

El fin de la fábula siempre es el de instruir: el autor lo recuerda a menudo, afirmando a la vez su voluntad artística, al declarar que abre un nuevo camino, el de la fábula poética. La fábula, que para los humanistas italianos (Bevilacqua, Faerno) y para los franceses del siglo XVI (Haudent, Guéroult) era un género inferior, con La Fontaine alcanza la grandeza de los antiguos, con un más acusado carácter artístico, abandonando la excesiva brevedad de Fedro. Dejándose llevar por su gusto por la narración, La Fontaine aúna en sus fábulas este amor al relato con la seriedad moral y con la infinita variedad de motivos.

Los primeros seis libros respetan discretamente los modelos y las formas tradicionales, con descarnados apólogos al comienzo ("La cigarra y la hormiga"); más adelante, trata los argumentos cada vez con mayor libertad, de modo que los viejos asuntos resultan transformados y renovados, a veces con sabor de cuento ("La joven viuda"). La Fontaine satiriza la vanidad y la envidia y deplora la maldad humana ("El león viejo"). En general, la suya es una moral de la experiencia, llevada con la serena aceptación de una realidad en la que domina el mal, y que impone la prudencia y la astucia, sin excluir el amor y la piedad. Los animales aparecen tal como los ha fijado la tradición fabulista: no siempre verdaderos según la ciencia, pero siempre vivos.

El frecuente uso del verso libre, la rica variedad de la lengua, el acento personal, lírico, convierten ya en una verdadera y nueva creación esta recopilación primera. Pero la plenitud artística se consigue en la segunda (el último libro añadirá ya pocos méritos), donde el autor demuestra ser uno de los más originales y ricos poetas franceses. La fábula alcanza amplitud de sátira política ("Los animales enfermos de peste"), denuncia el egoísmo hipócrita ("El topo retirado del mundo"), pronuncia palabras de alta sabiduría ("La muerte y el moribundo") o se convierte en tierna elegía ("Los dos pichones", "Los dos amigos"). En ellas aparece un pensamiento más maduro, una intransigencia más viva ante los vicios del hombre, un reconocimiento más elevado de los mejores bienes (la amistad, el sentido humanitario), y una más decidida entrega a lo lírico y lo fantástico.

Condesa de La Fayette

(Marie-Madeleine Pioche de La Vergne, condesa de La Fayette; París, 1634-id., 1693) Escritora francesa. Nacida en el seno de una familia de la pequeña nobleza, en 1655 contrajo matrimonio con François Motier, conde de La Fayette. Promotora de una de las tertulias literarias más importantes de la época, conoció a Enriqueta de Inglaterra, Madame de Sévigné, Jean de La Fontaine y La Rochefoucauld, con quien mantuvo una estrecha relación. Tras la publicación de las novelas La princesa de Montpensier (1662) y Zaïde (1670), ambas de corte tradicional, se interesó por la novela histórica y emprendió la redacción de Historia de Enriqueta de Inglaterra, inédita hasta 1720. En 1678 apareció su obra cumbre, La princesa de Clèves; ambientada en la corte de Francisco II, el penetrante análisis psicológico de los personajes la convierte quizás en la primera novela moderna en lengua francesa.

Marqués de La Fayette

(Marie-Joseph-Paul Motier, marqués de La Fayette) Militar y político francés (Chavagnac, Auvernia, 1757 - París, 1834). Este joven y rico aristócrata, oficial del ejército de Luis XVI, dejó pronto el ejército y se interesó por la ideología política liberal. Tuvo una intervención destacada en la Guerra de la Independencia de las trece colonias británicas de Norteamérica: primero organizando un cuerpo de voluntarios para combatir junto a los insurgentes americanos, por iniciativa propia y contraviniendo las órdenes del rey (1777); luego contribuyendo a intensificar la intervención oficial de su país en apoyo de los revolucionarios (1779); y, finalmente, mandando las tropas francesas que colaboraron con el ejército de Washington contra los británicos, tarea en la que obtuvo la decisiva victoria de Yorktown (1781).

Terminada la guerra en 1783 con la independencia de Estados Unidos de América, La Fayette regresó a Francia. En 1789 fue elegido diputado por el brazo nobiliario para los Estados Generales de los que surgió la Revolución. Adherido desde el comienzo a la causa revolucionaria, su prestigio como defensor de la libertad en la pasada guerra contra Gran Bretaña hizo que fuera nombrado presidente de la Asamblea Nacional y comandante de la Guardia Nacional.

Durante los primeros años de la Revolución el «héroe de dos mundos» fue muy popular, al encarnar a la nobleza liberal y el brazo armado del nuevo régimen; pero tuvo también un papel de moderador, defendiendo el mantenimiento de la monarquía constitucional e impidiendo los ataques contra la familia real. En 1791 fue él quien trajo a París al rey, sorprendido en Varennes cuando intentaba huir de Francia; pero fue también él quien ordenó disparar sobre las masas de manifestantes que, como consecuencia, pedían su destronamiento (matanza del Campo de Marte).

Tras la formación del régimen republicano de la Convención (1792), La Fayette dio la razón a quienes dudaban de su lealtad, al huir de Francia después de haber fracasado en el intento de sublevar a sus tropas en favor del rey. Sin embargo, los enemigos de Francia en aquel momento no le acogieron como un aliado y le mantuvieron prisionero, primero en Prusia y luego en Austria; fue Napoleón quien obtuvo su liberación tras derrotar a los austriacos en 1797.

Durante la época del Imperio se mantuvo al margen de la política; pero más tarde contribuyó a forzar la abdicación final de Napoleón (1815) y encabezó la oposición liberal contra Luis XVIII y Carlos X. Durante la Revolución de 1830, la aclamación de las masas le llevó de nuevo al mando de la Guardia Nacional. Desde aquel puesto apoyó el acceso al Trono de Luis Felipe de Orléans; pero volvió a las filas de la oposición tan pronto como comprobó que con la «Monarquía de Julio» no se realizaban sus anhelos de libertad política (1831-34).

John La Farge

(Nueva York, 1835-Providence, 1910) Pintor estadounidense. Desarrolló en EE UU la pintura de estilo académico y ecléctico aprendido en Francia con T. Couture. Se centró sobre todo en la decoración de edificios (iglesias de la Trinidad en Boston, 1876; y de la Ascensión en Nueva York, 1890). Fue también vidriero e ilustrador.

Familia de La Cierva

Esta familia de la oligarquía local de Mula (Murcia) proporcionó al sistema político de la Restauración uno de sus caciques más característicos. Juan de La Cierva y Peñafiel (1874-1938), prestigioso abogado criminalista afiliado al Partido Conservador, recorrió entre 1892 y 1896 todo el escalafón político del régimen, pasando de diputado provincial y concejal a alcalde de Murcia y a diputado nacional. Tras ocupar puestos como el de director general de Registros o el de gobernador civil de Madrid, en 1904-05 fue nombrado ministro por primera vez, ocupando la cartera de Instrucción Pública.

Luego fue ministro de Gobernación bajo la presidencia de Maura (1907-09), periodo en el que creó el Instituto Nacional de Previsión, impulsó la reforma electoral y modernizó la policía. Desde aquel puesto dirigió la represión contra los manifestantes que se oponían al envío de tropas a Marruecos, desatando la Semana Trágica de Barcelona (1909), que desacreditó al gobierno hasta provocar su caída.

Durante la posterior escisión de los conservadores entre los partidarios de Eduardo Dato y los de Maura, La Cierva permaneció fiel a este último, aunque acabó por formar una minoría propia dentro del partido, convertido ya en el gran cacique de la región murciana (1914). Su tendencia autoritaria y ultraconservadora le hizo simpatizar con el movimiento de rebeldía militar de las Juntas de Defensa, razón por la que el liberal García Prieto le llamó a ocupar el Ministerio de la Guerra como concesión para desactivar el movimiento (1917-18).

Luego volvió a ser ministro de Hacienda (1919), de Fomento (1921) y de Guerra (1921-22). Tras la dictadura de Primo de Rivera (1923-30), La Cierva aceptó formar parte como ministro de Fomento del último gobierno de Alfonso XIII, presidido por el almirante Aznar (1931). Ante la victoria republicana en las elecciones municipales de aquel año, La Cierva fue el único miembro del gabinete partidario de resistir por la fuerza y mantener la monarquía a toda costa. Al proclamarse la Segunda República huyó a Francia, de donde sólo regresó tras la victoria electoral de la derecha en 1933.

Su hijo Juan de La Cierva y Codorníu (1895-1936) fue también diputado, aunque más por influencia de su padre que por verdadera vocación política. Se hizo ingeniero de Caminos en Madrid (1919) y se orientó hacia la investigación aeronáutica. Siendo aún muy joven diseñó un bombardero trimotor con el que pensaba equipar a la aviación española, pero éste se estrelló durante las pruebas, empujando a La Cierva a interesarse por otros aparatos de vuelo.

Fue así como inventó el autogiro, especie de avión sustentado por unas alas giratorias horizontales similares a las del helicóptero, pero autopropulsadas por efecto del avance del aparato, sin necesidad de motor adicional (1920-23). Apoyado por el Ejército del Aire, continuó perfeccionando el autogiro, lo dio a conocer en el extranjero y creó una compañía para fabricarlo; pero los éxitos iniciales se verían enseguida frustrados por la competencia del helicóptero. En 1936 colaboró con los militares que se rebelaron contra la Segunda República dando lugar a la Guerra Civil (1936-39), en la cual actuó como agente de los sublevados en el extranjero. Murió en un accidente de aviación cuando regresaba de Inglaterra.

Gregory La Cava

(Towanda, 1892-Malibú, 1952) Director de cine estadounidense. Se distinguió como maestro de la comedia satírica y del drama (La melodía de la vida, 1932; Sucedió una vez, 1936; La muchacha de la Quinta Avenida, 1939; Venus era mujer, 1948).

Jean de La Bruyère

(París, 1645-Versalles, Francia, 1696) Escritor francés. Fue tutor y secretario del duque de Borbón, y más tarde alcanzó un gran prestigio como hombre de letras gracias a la publicación de Los caracteres (1688), una traducción y adaptación de una obra de Teofrasto. La Bruyère arremetió en ella, mediante la fórmula de la máxima y el comentario crítico, contra la decadencia de la moral y las costumbres en su época, así como contra la corrupción imperante entre los gobernantes. De estilo directo y conciso, alejado de los artificios estilísticos de sus contemporáneos, la mencionada obra fue ampliamente leída (nueve ediciones hasta 1696) y dio celebridad a su autor, quien, pese a la oposición de sus detractores, ingresó finalmente en la Academia Francesa en 1693.

Étienne de La Boétie

(Sarlat, 1530-Germignan, cerca del Taillan-Médoc, 1536) Escritor francés. Amigo de Montaigne, poeta y traductor de Jenofonte, es autor del Discurso de la servidumbre voluntaria o Contra uno, basado en las ideas de los antiguos acerca de la libertad y en contra de la tiranía.